Para los que subestiman mi ignorancia, les cuento la historia…
Libranner Santos, amante de la programación y la tecnología, joven e inexperto en ambos campos (cabe resaltar), pero no por mucho tiempo (bueno, al menos no demasiado). Todo empezó hace unos dos años cuando el mencionado tomaba la clase en el Instituto Politécnico Loyola, y tomo la clase de Programación con lenguajes visuales con el gran Visual Basic 6.0, ufff! Qué tiempos aquellos realizando difíciles e impensables proyectos y asignaciones (calculadoras, agendas, tablas periódicas… jajajaja tiempos aquellos). Este quedo motivado y seguí desarrollando aplicaciones cada vez más complejas (sistema de facturación, control de asistencia, y bla bla bla); el punto es que nunca supo, ni siquiera le pasó por la mente que era o para que servía un objeto, una clase, un método, no tenía NPI, ni parecía importarle.
Todo termino cuando Junior Zapata y Julio Díaz compañeros de la escuela (que si habían tirado varias páginas para la izquierda), le contaron sobre el fabuloso mundo de la OOP, Libranner quedo estupefacto, trato de defenderse, pero no pudo, pataleo, grito, zapateo, sin ningún resultado. Tuvo que aceptar la triste realidad.
Se dio cuenta del abismo en el que se encontraba y ahora se encuentra detenido en el tiempo y espacio indagando e ingresando con lentitud en el mundo de la OOP.
Ahora cuando en mi mente surja la pregunta por que OOP?...responderé, PORQUE SI.

